La disponibilidad de fósforo por el método de Olsen en suelos ácidos de Portugal : significado agronómico y ambiental
Type
doctoralThesis
Publisher
Identifier
MONTEIRO, Maria do Carmo Simões Mendonça Horta (2005) - La disponibilidad de fósforo por el método de Olsen en suelos ácidos de Portugal : significado agronómico y ambiental. Córdoba : Universidad de Córdoba. ETSIAM. 158 p. Tese de Doutoramento.
Title
La disponibilidad de fósforo por el método de Olsen en suelos ácidos de Portugal : significado agronómico y ambiental
Subject
Solo
Acidez do solo
Método de Olsen
Análise do solo
Fósforo
Acidez do solo
Método de Olsen
Análise do solo
Fósforo
Date
2010-04-16T15:04:58Z
2010-04-16T15:04:58Z
2005
2010-04-16T15:04:58Z
2005
Description
Tese de Doutoramento apresentada na Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes da Univerdidad de Córdoba.
La utilización repetida en los países desarrollados de abonos fosfatados y de residuos orgánicos por encima de las necesidades en P de los cultivos ha llevado al enriquecimiento en fósforo (P) del suelo y aguas de escorrentía y drenaje. Así, la actual eutrofización acelerada de los sistemas acuáticos es atribuida en parte a la polución difusa en áreas agrícolas. Hasta ahora los métodos analíticos en uso son muy diversos y cuantifican el P del suelo con objetivos esencialmente agronómicos. Por ello es evidente la dificultad en comparar resultados y establecer las bases para un manejo agro-ambiental de este elemento. El objetivo último de la presente tesis era aportar información sobre la viabilidad del método de Olsen, método universalmente conocido, para ofrecer un índice de disponibilidad de P tanto agronómico como ambiental, haciendo de él una herramienta útil para predecir la desorción de P del suelo. Para ello se tomaron 32 suelos representativos de distintas áreas agrícolas de Portugal y se caracterizaron en sus propiedades básicas y formas de P. La dinámica de P de estos suelos fue también evaluada a través de experimentos de sorción a 6 días y de la cinética de desorción a largo plazo, que fue evaluada con resinas de intercambio aniónico en forma Cl–. Se efectuaron también dos experimentos de desorción de P, uno con plantas cultivadas en macetas hasta agotamiento del suelo en P (para evaluar el P fitodisponible), y otro con un electrolito diluido a distintas relaciones suelo:disolución: 1:100, 1:1000 y 1:10000 y a largo plazo, simulando la transferencia de P al agua en distintos ambientes acuosos. Basicamente, en la relación 1:100 se simula el P transferido al agua de drenaje, en la 1:1000 al agua de escorrentía y en la 1:10000 a masas de agua superficial (lagos y ríos). Los suelos seleccionados son en su mayoría ácidos (82%), de textura francoarenosa, con bajo contenido en carbono orgánico (media de 10.3 g kg–1), baja capacidad de intercambio cationico (media de 16.7 cmolc kg–1) y pobres en bases de cambio (media del PSB de 61%), propiedades típicas de las observadas en muchos de los suelos agrícolas portugueses. Contienen valores medios de Fe total y, en 70% de ellos predominan las formas de Fe cristalinas. Se observa también que el Fe y el Al presentes en complejos organo-metálicos corresponden a la mitad de las formas consideradas no cristalinas de Fe y Al. Los suelos presentan cantidades muy variables en P Olsen, desde 3 hasta 116 mg kg–1 (media de 29 mg kg–1). Su contenido en P litogénico es bajo. El abono fosfatado ha aumentado el contenido de P total del suelo, principalmente del P inorgánico y ha llevado también a un aumento del P en las fracciones más lábiles. Estos suelos poseen baja a media capacidad de sorción de fosfato y capacidad tampón. La sorción de fosfato ocurre fundamentalmente en las superficies de carga variable, es decir, superficies de minerales de de Fe y Al de baja cristalinidad y en complejos organo-metálicos. Son las formas de Al activas (Al extraído con oxalato de amonio ácido) las que manifiestan más elevada capacidad de sorción. La expresión [12.09(P Olsen/pH)] permite estimar el P nativo lábil del suelo. Los suelos presentan una elevada capacidad de desorción de P por resina en las primeras 24 h, la cual corresponde en término medio a cerca de la mitad del P total desorbible. El P extraído por el método de Olsen y el desorbido por resinas están bien correlacionados y manifiestan un origen común: provienen mayormente del P adsorbido por cambio de ligando en la superficie de los minerales de Fe y Al de distinta cristalinidad y en partículas de carbonato de calcio, de complejos organometálicos y de fosfatos de relativamente alta solubilidad. La disolución de fosfatos, la difusión intra- e interagregados y alguna mineralización del P orgánico parecen contribuir a la desorción lenta. El experimento con macetas confirmó que el método de Olsen permite cuantificar en esencia las formas lábiles fitodisponibles, siendo así una medida fiable del factor cantidad de P del suelo. El P orgánico parece constituir parte significativa del P fitodisponible en suelos con P Olsen <50 mg kg–1. El método de Olsen tiende a infraestimar el P fitodisponible a medida que el suelo está más saturado en P. El punto de cambio (“change point”) en que la infraestimación se acentúa marcadamente es 53 mg kg–1. Existe una falta de proporcionalidad entre el P extraído por el reactivo de Olsen y por un electrolito diluido, lo que justifica la baja capacidad de ese método para predecir las pérdidas de P a medios acuosos. De hecho, la desorción de P en medios acuosos parece provenir mayormente de la disolución de fosfatos de calcio de origen edafogénico, principalmente a bajas relaciones suelo:disolución, y de un equilibrio entre desorción y readsorción. Sin embargo, el método de Olsen ayuda a predecir la cantidad de P desorbido en un electrolito diluido (R2 >0.57) si en una regresión múltiple se incluyen algunas propiedades del suelo como el Fed, el Feox y el Alox. Los resultados indican que la transferencia de P al agua parece estar controlada por un reparto de P entre formas adsorbidas y precipitadas. Cuando predominan las superficies adsorbentes la adsorción de P se ve favorecida frente a la precipitación de fosfatos. Así, las propiedades mineralógicas mencionadas, al estar relacionadas con ese reparto de P constituyen una referencia que distingue los suelos en su capacidad de desorber P. Las simulaciones realizadas indican que valores de P Olsen de 21 y de 57 mg kg–1 corresponden respectivamente a los puntos de cambio en que se acentúan marcadamente las pérdidas de P a aguas de drenaje; y a aguas de escorrentía o en grandes masas de agua (ríos y lagos).
Trabalho realizado com o apoio do Programa PRODEP
La utilización repetida en los países desarrollados de abonos fosfatados y de residuos orgánicos por encima de las necesidades en P de los cultivos ha llevado al enriquecimiento en fósforo (P) del suelo y aguas de escorrentía y drenaje. Así, la actual eutrofización acelerada de los sistemas acuáticos es atribuida en parte a la polución difusa en áreas agrícolas. Hasta ahora los métodos analíticos en uso son muy diversos y cuantifican el P del suelo con objetivos esencialmente agronómicos. Por ello es evidente la dificultad en comparar resultados y establecer las bases para un manejo agro-ambiental de este elemento. El objetivo último de la presente tesis era aportar información sobre la viabilidad del método de Olsen, método universalmente conocido, para ofrecer un índice de disponibilidad de P tanto agronómico como ambiental, haciendo de él una herramienta útil para predecir la desorción de P del suelo. Para ello se tomaron 32 suelos representativos de distintas áreas agrícolas de Portugal y se caracterizaron en sus propiedades básicas y formas de P. La dinámica de P de estos suelos fue también evaluada a través de experimentos de sorción a 6 días y de la cinética de desorción a largo plazo, que fue evaluada con resinas de intercambio aniónico en forma Cl–. Se efectuaron también dos experimentos de desorción de P, uno con plantas cultivadas en macetas hasta agotamiento del suelo en P (para evaluar el P fitodisponible), y otro con un electrolito diluido a distintas relaciones suelo:disolución: 1:100, 1:1000 y 1:10000 y a largo plazo, simulando la transferencia de P al agua en distintos ambientes acuosos. Basicamente, en la relación 1:100 se simula el P transferido al agua de drenaje, en la 1:1000 al agua de escorrentía y en la 1:10000 a masas de agua superficial (lagos y ríos). Los suelos seleccionados son en su mayoría ácidos (82%), de textura francoarenosa, con bajo contenido en carbono orgánico (media de 10.3 g kg–1), baja capacidad de intercambio cationico (media de 16.7 cmolc kg–1) y pobres en bases de cambio (media del PSB de 61%), propiedades típicas de las observadas en muchos de los suelos agrícolas portugueses. Contienen valores medios de Fe total y, en 70% de ellos predominan las formas de Fe cristalinas. Se observa también que el Fe y el Al presentes en complejos organo-metálicos corresponden a la mitad de las formas consideradas no cristalinas de Fe y Al. Los suelos presentan cantidades muy variables en P Olsen, desde 3 hasta 116 mg kg–1 (media de 29 mg kg–1). Su contenido en P litogénico es bajo. El abono fosfatado ha aumentado el contenido de P total del suelo, principalmente del P inorgánico y ha llevado también a un aumento del P en las fracciones más lábiles. Estos suelos poseen baja a media capacidad de sorción de fosfato y capacidad tampón. La sorción de fosfato ocurre fundamentalmente en las superficies de carga variable, es decir, superficies de minerales de de Fe y Al de baja cristalinidad y en complejos organo-metálicos. Son las formas de Al activas (Al extraído con oxalato de amonio ácido) las que manifiestan más elevada capacidad de sorción. La expresión [12.09(P Olsen/pH)] permite estimar el P nativo lábil del suelo. Los suelos presentan una elevada capacidad de desorción de P por resina en las primeras 24 h, la cual corresponde en término medio a cerca de la mitad del P total desorbible. El P extraído por el método de Olsen y el desorbido por resinas están bien correlacionados y manifiestan un origen común: provienen mayormente del P adsorbido por cambio de ligando en la superficie de los minerales de Fe y Al de distinta cristalinidad y en partículas de carbonato de calcio, de complejos organometálicos y de fosfatos de relativamente alta solubilidad. La disolución de fosfatos, la difusión intra- e interagregados y alguna mineralización del P orgánico parecen contribuir a la desorción lenta. El experimento con macetas confirmó que el método de Olsen permite cuantificar en esencia las formas lábiles fitodisponibles, siendo así una medida fiable del factor cantidad de P del suelo. El P orgánico parece constituir parte significativa del P fitodisponible en suelos con P Olsen <50 mg kg–1. El método de Olsen tiende a infraestimar el P fitodisponible a medida que el suelo está más saturado en P. El punto de cambio (“change point”) en que la infraestimación se acentúa marcadamente es 53 mg kg–1. Existe una falta de proporcionalidad entre el P extraído por el reactivo de Olsen y por un electrolito diluido, lo que justifica la baja capacidad de ese método para predecir las pérdidas de P a medios acuosos. De hecho, la desorción de P en medios acuosos parece provenir mayormente de la disolución de fosfatos de calcio de origen edafogénico, principalmente a bajas relaciones suelo:disolución, y de un equilibrio entre desorción y readsorción. Sin embargo, el método de Olsen ayuda a predecir la cantidad de P desorbido en un electrolito diluido (R2 >0.57) si en una regresión múltiple se incluyen algunas propiedades del suelo como el Fed, el Feox y el Alox. Los resultados indican que la transferencia de P al agua parece estar controlada por un reparto de P entre formas adsorbidas y precipitadas. Cuando predominan las superficies adsorbentes la adsorción de P se ve favorecida frente a la precipitación de fosfatos. Así, las propiedades mineralógicas mencionadas, al estar relacionadas con ese reparto de P constituyen una referencia que distingue los suelos en su capacidad de desorber P. Las simulaciones realizadas indican que valores de P Olsen de 21 y de 57 mg kg–1 corresponden respectivamente a los puntos de cambio en que se acentúan marcadamente las pérdidas de P a aguas de drenaje; y a aguas de escorrentía o en grandes masas de agua (ríos y lagos).
Trabalho realizado com o apoio do Programa PRODEP
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